La Tribuna

Este proyecto arquitectónico fue un reto especial: intervenir una casa con más de 90 años a la que le faltaba un verdadero espacio social. La intención fue crear una ampliación que dialogara con lo existente sin generar un contraste abrupto, logrando una transición suave entre lo nuevo y la arquitectura tradicional. Los materiales fueron reinterpretados para conservar el carácter original: al concreto se le dio textura de madera para aportar calidez y memoria, y la repetición de
columnas marcó un ritmo que acompaña el paso del área antigua hacia el espacio nuevo. Todo se diseñó abierto para responder al clima cálido, integrando la vegetación en el interior, que trae la naturaleza del exterior hacia adentro. El resultado es una casa que respeta su historia, pero que ahora ofrece un lugar de encuentro fresco, resistente y lleno de armonía, donde lo tradicional y lo contemporáneo se entrelazan con naturalidad.